Historia con final feliz

Un día yo regresaba de trabajar en mi carro e iba por una avenida muy transitada cuando vi por la ventanilla a un hombre que asaltaba a una joven. Me  enoje tanto que a pesar del tráfico me bajé y fui hasta donde estaba el tipo, le di un puñete en la cara, le quité la pistola y le devolví la bolsa a la joven. Lo hice tan rápido que el asaltante cayó al suelo y se quedó unos segundos sorprendido, como en shock. Después se levantó y salió corriendo. Yo regresé a mi carro y la joven me pregunto si la podía llevar hasta su casa porque se sentía muy asustada.

En el camino de llevarla a su casa ella  apenas me sonreía; estaba temblando del susto, le pregunte su nombre, se llamaba Jacky. Me dijo que vivía con sus padres, y que ella estudiaba y trabajaba a la vez. Además me comento que  pensaba independizarse y vivir sola pero no sabía cómo decirle a sus padres. Yo en ese momento  me vino a la mente el día que yo tome esa decisión y lo difícil que fue decirle a mis padres. Fue un verano del 2012, mis padres siempre me decían que la familia siempre debe estar unida, yo en si quería estar solo vivir en mi mundo y en un ambiente que yo sienta que era mio, pero lo tuve que pensar mucho me arme de valor y se lo comenté a mis padres. Ellos claro no querían que yo me vaya, pero poco a poco con las razones que le fue dando fueron entendiendo que a veces hay que dejar unas cosas para poder progresar y me dejaron vivir solo.

Toda esta  historia se la conté  a Jacky en el camino a su casa y bueno al parecer tomo mi consejo. Actualmente vive en un departamento con vista al mar, tiene un buen trabajo y esta pronto a casarse. Aunque no se imaginan quien que es el novio. Bueno yo solo tendría que darle gracias a Dios porque me dio a una mujer maravillosa y también agradecer al ladrón ya que gracias a él ahora soy el hombre más feliz del mundo.